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Banco de Alimentos Córdoba: más de un millón de kilos entregados en 2021

En el marco del Día Internacional de la Concientización Sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos el 29 de septiembre, la Fundación Banco de Alimentos Córdoba distribuyó en 2021 más de 1.200.000 kgs que alcanzaron a 80.000 personas en la ciudad y alrededores, en su mayoría niños y niñas que padecen inseguridad alimentaria.

La Fundación trabaja hoy junto a 495 organizaciones sociales que todos los días brindan un servicio de alimentación a personas en estado de vulnerabilidad: comedores comunitarios, merenderos, copas de leche, apoyos escolares, centros vecinales, iglesias y otras entidades sociales. Actualmente, realiza entrega de un promedio mensual de 120.000 kgs de alimentos aptos para el consumo.

Estos alimentos son rescatados de la industria alimenticia, clasificados por voluntarios y entregados a las organizaciones en su depósito situado en el Mercado de Abasto Municipal. Toda esta actividad se encuentra enmarcada bajo normas de calidad, que aseguran que los productos lleguen de manera segura e inocua a quienes lo necesitan.

“Somos una cadena de valor que tiende un puente solidario entre quienes padecen hambre y quienes intentan evitar este flagelo. Pero también ocupamos un rol clave en la sustentabilidad de toda la cadena de producción y distribución de alimentos: con el rescate, evitamos el desperdicio de algo tan esencial como el alimento.” Así describe su trabajo la Directora Ejecutiva de la Fundación, María Cozzi, quien destaca el impacto ambiental de esta iniciativa que ya cuenta con 19 años de historia en la ciudad.

Gracias a la colaboración de empresas, voluntarios y ciudadanos que confían en el trabajo de la fundación, ya se distribuyeron más de 3 millones y medio de raciones de comida en lo que va de 2021. Cabe destacar que el 56% de los alimentos entregados son de valor nutricional medio y alto, sumado a que 117.000 kgs son frutas y verduras. Este trabajo se complementa con programas de capacitaciones y talleres, destinados a mejorar el aprovechamiento de los alimentos recuperados. El conocimiento es clave para obtener lo mejor de cada producto recibido.

La concientización sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos es fundamental para garantizar el acceso a una alimentación a miles de personas que hoy lo necesitan. El Banco de Alimentos Córdoba trabaja para que esto se logre.

A nivel nacional

La Red Argentina de Bancos de Alimentos está integrada por 25 Bancos de Alimentos en 15 provincias, que trabajan en este mismo sentido: el rescate de alimentos aptos para el consumo, a fin de almacenarlos, clasificarlos y poder distribuirlos, de manera trazable y segura, entre entidades de ayuda comunitaria adheridas. También con sus acciones ayudan a combatir el cambio climático, evitando el uso innecesario de recursos, la degradación de la tierra y la generación de residuos.

En Argentina se desperdician 16 millones de toneladas de alimentos por año. En 2020, el trabajo de la Red Argentina de Bancos de Alimentos distribuyó 31 millones de kilos y brindó alimentos a 1.6 millones de personas gracias a las alianzas con 5.237 comedores, merenderos y entidades, alcanzando al doble de comedores que en 2019.

Por otro lado, los Bancos de Alimentos contribuyen a combatir el cambio climático, evitando el uso innecesario de recursos, la degradación de la tierra y la generación de residuos.

Legumbres, feliz día

Hoy 10 de febrero es el día mundial de las legumbres, establecido en 2019 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) para dar a conocer los beneficios nutricionales y medioambientales de este tipo de alimento.

Desde el banco de alimentos incentivamos el consumo de legumbres, que son esenciales para mejorar la nutrición. Por ello, en 2020  entregamos alrededor de 200.000 kgs de legumbres, lo que significa un crecimiento de un 757% con respecto al año anterior. Asimismo, capacitamos en varias oportunidades a los/las referentes de las organizaciones en el aprovechamiento de sus propiedades.

Para conocer más sobre los beneficios de las legumbres, te contamos cinco formas en las que las legumbres influyen en nuestro mundo.

1. En la nutrición. Son uno de los alimentos más nutritivos del planeta.
2. En la salud. Son extraordinariamente beneficiosas para la salud en general.
3. En el cambio climático. Son plantas muy eficientes: su cultivo contribuye a reducir los gases de efecto invernadero y propicia una mayor absorción de carbono benéfica para el planeta.
4. En la biodiversidad. Mejoran la fertilidad de los suelos y nutren a los cultivos que se siembran junto a estas.
5. En la seguridad alimentaria. Tienen un coste bajo para los agricultores, pueden ser cultivadas en tierras secas y tienen un tiempo de conservación prolongado.

 

 

 

Recuperar más frutas y verduras para mejorar la salud

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un consumo insuficiente de frutas y verduras está asociado una mala salud y a un mayor riesgo de padecer enfermedades no transmisibles. De hecho, estudios recientes estiman que puede llegar a causar millones de muertes por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares al año en el mundo.

Mejorar la nutrición es uno de nuestros grandes ejes de trabajo y, por eso, desde el Banco de Alimentos ponemos todo nuestro empeño para recuperar y hacer llegar estos productos frescos también a aquellos en situaciones más vulnerables. Este compromiso con nuestras asociaciones beneficiarias se ha hecho aún más fuerte todavía en el marco de la pandemia de COVID-19 y la crisis económica, que ha provocado un aumento exponencial de las personas que necesitan nuestra ayuda para acceder a estos alimentos.

Por eso no podemos dejar de mencionar a la cooperativa Mercoop y a numerosos puestos del Mercado de Abasto, gracias a los cuales hemos conseguido recuperar más de 10.000 kg de fruta y verdura frescas en menos de dos meses, que han sido entregados a más de 420 organizaciones sociales (comedores comunitarios, merenderos, hogares, centros comunitarios, etc.).

En los próximos meses seguiremos trabajando, no solo por llegar cada día a más personas, sino también por mejorar la calidad de su nutrición a través de los alimentos que entregamos.

Que la comida no se tire

Ser conscientes de la pérdida y desperdicio de alimentos es el punto de partida. La FAO (organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) advierte que “Cada vez resultará más difícil alimentar a la población mundial de forma sostenible. Se prevé que la demanda mundial de productos agrícolas aumentará entre un 35% y un 50% entre 2012 2050 a resultado del crecimiento demográfico. Satisfacer esta demanda ejercerá todavía más presión sobre los recursos naturales del mundo y puede provocar importantes daños ambientales.”

En Argentina se estima que se pierden 14.5 millones de toneladas de alimentos durante las etapas de producción, procesamiento y distribución de la cadena de suministro. Y que se desperdician anualmente 1.5 millones de toneladas de alimentos a nivel de minoristas o consumidores.

Por otra parte, en el país la inseguridad alimentaria (personas que afrontan incertidumbres sobre su capacidad para obtener alimentos y se han visto obligadas a reducir la calidad o la cantidad de alimentos que consumen) de niños y niñas viene en franco crecimiento, junto al aumento de nivel de pobreza e indigencia. Son cara y contracara de una dura realidad a la que nos toca enfrentar.

Es por eso que reducir la pérdida y el desperdicio alimentario se torna una medida urgente y necesaria. Los bancos de alimentos recuperan y entregan millones de kilogramos al año, pero tiene que estar acompañada de una toma de conciencia por parte de todos los consumidores.

Vos también podés sumarte a #QueLaComidaNoSeTire

Crece el hambre en América Latina ¿qué hacer?

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) publicó recientemente un informe que refleja la situación de la seguridad alimentaria y nutrición en el mundo. Las conclusiones son poco alentadoras: durante 2019 47,7 millones de personas se vieron afectadas por el hambre en América Latina y el Caribe.
La cifra resulta más que preocupante, porque es el quinto año consecutivo en el cual aumenta este indicador. De continuar con esta tendencia, será imposible de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2030, que persigue la erradicación del hambre por completo para ese momento.
Según el balance, el 7,4 por ciento de la población de Sudamérica en estos momentos se enfrenta al hambre y para 2030 el porcentaje subirá al 9,5 %. Cabe destacar que este informe no tiene en cuenta la crisis mundial por el coronavirus, por lo que la situación puede ser aún peor.
Ya es sabida la triste historia de desigualdad que afecta a nuestro continente, en donde se presenta -hoy más que nunca- esta paradoja: América Latina es una de las despensas de alimentos para el mundo, pero no puede alimentar a su población más vulnerable.
La pregunta ¿qué hacemos para evitar la inseguridad alimentaria? se responde automáticamente con un rotundo “dieta más saludable para todos”. Pero esto nos enfrenta a otra situación: el costo económico de una dieta saludable actual, supera el umbral internacional de la pobreza, lo cual la hace imposible de adquirir para la población pobre.
El problema del hambre no se trata de una cuestión de productividad, sino un grave problema de pobreza, desigualdad, crisis económicas, conflictos y más. Por lo tanto, su solución depende de un enorme compromiso de todos los sectores.
Los bancos de alimentos están trabajando desde hace tiempo en este sentido.

Rotulado y etiquetado de alimentos

Saber exactamente qué contienen los alimentos que ingerimos resulta  básico para mantener  una buena nutrición, especialmente cuando desde la góndola nos “bombardean” con productos que son atractivos a la vista, pero cuyos ingredientes no quedan del todo claros.

Para disolver estas dudas, es que el rotulado de los alimentos envasados busca “orientar al consumidor en la decisión de compra a través de la declaración de información relevante, evitando que se describa al alimento de manera errónea o equívoca. La misma debe ser debe ser simple y de fácil comprensión, a fin de favorecer la interpretación de las propiedades de los alimentos y, consecuentemente, ayudar al consumidor a tomar decisiones adecuadas” (Ministerio de Agroindustria de la Nación)

Sin embargo, acorde con la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS), en Argentina solamente una de cada tres personas  lee las etiquetas, y de ellas sólo la mitad las entiende. Además, es  la población con menor nivel educativo y mayor vulnerabilidad social, quien menos se informa al respecto.  Por lo tanto, el sistema de información nutricional vigente no funciona para la mayoría de los consumidores.

En nuestro país, el contenido del rotulado está definido en el Código Alimentario Argentino (CAA) y toma otras resoluciones acordadas a nivel del Mercosur. Pero se encuentra actualmente en debate y se considera que es necesario avanzar en contenidos más simplificados y de interpretación más rápida.

En otros países existen distintos modelos de etiquetado: de tipo descriptivo (donde se brinda la información nutricional más relevante) o interpretativo (determinando un puntaje o calificación para cada alimento, según sus componentes nutricionales).

Más allá del modelo que se adopte, lo importante es que la Argentina se ponga al día con el resto del mundo y tome una determinación que haga el rotulado simple y fácil de entender. Así, los consumidores podremos elegir a conciencia alimentos de mejor calidad nutricional, sin necesidad de ser expertos en el tema.

Se potencia el trabajo en red

Los días 29 y 30 de mayo se desarrolló en Buenos Aires la 16° Asamblea Anual Ordinaria de la Red Argentina de Banco de Alimentos, organización que nuclea a todos los Bancos de Alimentos del país. Responsables de la Comisión Directiva de Córdoba estuvieron presentes en el evento, que definió las políticas estratégicas a nivel nacional, relacionadas con el recupero de alimentos.

Durante esas jornadas, se definieron las nuevas autoridades que integran la Comisión de la Red y se debatieron temas como la profesionalización de los equipos de los BdA, la incorporación de tecnología y las mejoras en infraestructura y logística.

Además, se aprobaron las iniciativas de nuevos bancos de alimentos, como los de Resistencia, Neuquén, La Rioja, San Juan y Paraná.

Debido al gran volumen de alimentos desperdiciados en el país y el aumento de la población en estado de vulnerabilidad alimentaria, la Red Argentina de Bancos de Alimentos se propuso incrementar de manera exponencial la cantidad de alimentos recuperados y distribuidos. Asimismo, se trabajó en proyectos innovadores diseñados especialmente para el rescate de frutas y verduras, sector en el que el desperdicio es mayor y resulta clave para la mejor nutrición de los argentinos.

Creció el recupero de frutas y verduras – Informe

De manera diaria, el equipo de recupero de frutas y verduras, visita los más de 120 puestos que existen en el predio del Mercado de Abasto Municipal. Posteriormente, se recolecta lo recuperado, se organiza y se clasifica en nuestras instalaciones. De esta manera, se confeccionan combos que se conservan en cámara y se entregan a las organizaciones.

En 2018 se llegó a recuperar una cifra récord en la historia de la Fundación, con un total de 167.176 kilogramos. Una vez clasificados, se entregaron 112.435 kg de frutas y verduras completamente aptas para ser consumidas. Estos números representan un enorme crecimiento con respecto al año anterior.

Cabe destacar el valor nutricional que corresponde a estos alimentos, que aportan vitaminas y otras sustancias esenciales para el desarrollo de los niños, nuestros principales beneficiarios. Estas propiedades son aprovechadas al máximo a través de nuestro programa de talleres de alimentación saludable, en donde los responsables de las organizaciones aprenden a cocinar recetas con todos los ingredientes que se recuperan en el Mercado.

Acorde a cada estación, el tipo de frutas y verduras recuperadas varían según la disponibilidad. En 2018 tomate, mandarina, naranja, pera, banana y zapallito fueron las más recibidas.

Compartimos el informe confeccionado por el área sobre su trabajo en el año. Los kilogramos recuperados no sólo significan mejor nutrición, sino también menor contaminación medioambiental y menor desperdicio de alimentos aptos para consumo.

Ver aquí el informe de recupero de frutas y verduras

 

Desayuno con donantes

El pasado viernes de 23 de noviembre invitamos a nuestras empresas y amigos donantes, a sumarse a un nuevo desayuno compartido, en la sede de la Fundación.

Estuvieron presentes 60 personas, en representación de 35 empresas y organizaciones que colaboran con la fundación de distintas maneras. Cada una de ellas forma parte de esta cadena solidaria que busca tender un puente de solidaridad entre quienes pueden colaborar y quienes lo necesitan.

Durante la jornada, los asistentes pudieron conocer cuáles fueron los logros alcanzados en lo que va del año, y los desafíos que se esperan para el 2019. De esta manera, celebraron:

  • los más de 1.600.000 kilogramos de alimentos recibidos y distribuidos hasta el 31/10
  • las políticas de calidad y seguridad implementadas
  • el récord de recupero de frutas y verduras (casi 100.000 kg)
  • la adquisición de un camión 0 km para la búsqueda de mercadería
  • el comienzo de las obras para la ampliación de depósito
  • las más de 12.000 horas dedicadas por los voluntarios
  • los nuevos eventos y campañas de recaudación
  • las alianzas estratégicas y convenios firmados con otras organizaciones
  • los 32 talleres de alimentación saludable a 75 entidades receptoras
  • la aprobación de la Ley Donal

La presentación de los resultados fue gratamente recibida por los donantes, quienes realizaron consultas y sugerencias para mejorar nuestro trabajo. Como cierre, recorrieron el depósito y visitaron las instalaciones donde se recuperan, almacenan, fraccionan y clasifican los alimentos.

La jornada fue una excelente oportunidad para intercambiar experiencias, conocer la opinión de nuestros donantes,  afianzar vínculos y crear nuevos. Tres organizaciones receptoras también pudieron expresar su opinión y contar su realidad, lo que conmovió profundamente y de alguna manera cerró el círculo solidario.

Todos los presentes destacaron la necesidad de seguir creciendo en el trabajo conjunto, para seguir rescatando sonrisas.

¡Tenemos Ley Donal!

El pasado 10 de octubre la Cámara de Senadores aprobó las modificaciones a la Ley 25.989 – Régimen especial para la donación de alimentos, conocida como Ley Donal. La modificación incluye el artículo que deslinda de responsabilidad a los donantes por los daños y perjuicios que pudieran producirse, siempre y cuando la donación se hubiese efectuado sin ocultar vicios de la cosa y contando con los controles bromatológicos exigidos por el Código Alimentario Argentino.

La Ley donal, estipula quiénes pueden donar, qué productos, cómo debe hacerse y los derechos y obligaciones de cada parte. La reincorporación del artículo 9, brinda un resguardo para las empresas, con el objetivo de que se animen a donar más, evitando el desperdicio de millones de alimentos APTOS para el consumo humano. Este nuevo
marco legal hará posible la alimentación de miles de niños y adultos que se encuentran actualmente en situación de pobreza y riesgo alimentario.

Los Bancos de Alimentos (BdA), nacidos en la Argentina a partir de la crisis del 2001, son organizaciones sin fines de lucro que contribuyen a reducir el hambre, malnutrición y desperdicio de alimentos en el país, rescatando alimentos aptos para el consumo humano que, por algún problema de packaging, etiquetado, corta fecha de vencimiento, estacionalidad, poco éxito en el mercado, etc, ya no se pueden comercializar. Con procedimientos cuidados, los Bancos de Alimentos almacenan los productos, los clasifican y los distribuyen entre organizaciones comunitarias, garantizando la trazabilidad. Entre 2003 y 2017, el trabajo de los Bancos de Alimentos, en alianza con las empresas productoras y distribuidoras de alimentos, supermercados, productores frutihortícolas y mercados concentradores de frutas y verduras, evitó el desperdicio de más de 85 millones de kilos de alimentos, contribuyendo a disminuir el riesgo alimentario en el que se encuentran miles de personas, y evitando el deterioro del
ambiente.

Solo en 2017 se distribuyeron más de 9.5 millones de alimentos entre 2400 organizaciones comunitarias, beneficiando a más de 332.000 personas (70% niños). Considerando la cifra de $80 por kg de alimentos rescatado, el trabajo de la REDBdA puede cuantificarse en $800 millones. La cifra de los alimentos que se pierden y desperdician en el país es indignante Mientras 16 millones de toneladas de alimentos son desechadas anualmente, 1 de cada 5 niños sufre algún grado de inseguridad alimentaria. Si tan solo pudiésemos rescatar el 10% de los alimentos que se desechan, podríamos alimentar a las 5.000.000 de personas que no tienen asegurado un plato de comida diario.

Celebramos el trabajo de todas las personas y organizaciones que hicieron posible la sanción de esta ley, como primer paso para lograr un marco normativo integral con el objetivo de disminuir el desperdicio de alimentos y contribuir a lograr el hambre cero. Sigamos trabajando juntos por una Argentina bien nutrida y sin hambre!