El pasado 10 de octubre la Cámara de Senadores aprobó las modificaciones a la Ley 25.989 – Régimen especial para la donación de alimentos, conocida como Ley Donal. La modificación incluye el artículo que deslinda de responsabilidad a los donantes por los daños y perjuicios que pudieran producirse, siempre y cuando la donación se hubiese efectuado sin ocultar vicios de la cosa y contando con los controles bromatológicos exigidos por el Código Alimentario Argentino.
La Ley donal, estipula quiénes pueden donar, qué productos, cómo debe hacerse y los derechos y obligaciones de cada parte. La reincorporación del artículo 9, brinda un resguardo para las empresas, con el objetivo de que se animen a donar más, evitando el desperdicio de millones de alimentos APTOS para el consumo humano. Este nuevo
marco legal hará posible la alimentación de miles de niños y adultos que se encuentran actualmente en situación de pobreza y riesgo alimentario.
Los Bancos de Alimentos (BdA), nacidos en la Argentina a partir de la crisis del 2001, son organizaciones sin fines de lucro que contribuyen a reducir el hambre, malnutrición y desperdicio de alimentos en el país, rescatando alimentos aptos para el consumo humano que, por algún problema de packaging, etiquetado, corta fecha de vencimiento, estacionalidad, poco éxito en el mercado, etc, ya no se pueden comercializar. Con procedimientos cuidados, los Bancos de Alimentos almacenan los productos, los clasifican y los distribuyen entre organizaciones comunitarias, garantizando la trazabilidad. Entre 2003 y 2017, el trabajo de los Bancos de Alimentos, en alianza con las empresas productoras y distribuidoras de alimentos, supermercados, productores frutihortícolas y mercados concentradores de frutas y verduras, evitó el desperdicio de más de 85 millones de kilos de alimentos, contribuyendo a disminuir el riesgo alimentario en el que se encuentran miles de personas, y evitando el deterioro del
ambiente.
Solo en 2017 se distribuyeron más de 9.5 millones de alimentos entre 2400 organizaciones comunitarias, beneficiando a más de 332.000 personas (70% niños). Considerando la cifra de $80 por kg de alimentos rescatado, el trabajo de la REDBdA puede cuantificarse en $800 millones. La cifra de los alimentos que se pierden y desperdician en el país es indignante Mientras 16 millones de toneladas de alimentos son desechadas anualmente, 1 de cada 5 niños sufre algún grado de inseguridad alimentaria. Si tan solo pudiésemos rescatar el 10% de los alimentos que se desechan, podríamos alimentar a las 5.000.000 de personas que no tienen asegurado un plato de comida diario.
Celebramos el trabajo de todas las personas y organizaciones que hicieron posible la sanción de esta ley, como primer paso para lograr un marco normativo integral con el objetivo de disminuir el desperdicio de alimentos y contribuir a lograr el hambre cero. Sigamos trabajando juntos por una Argentina bien nutrida y sin hambre!