Entradas

Que la comida no se tire

Ser conscientes de la pérdida y desperdicio de alimentos es el punto de partida. La FAO (organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) advierte que “Cada vez resultará más difícil alimentar a la población mundial de forma sostenible. Se prevé que la demanda mundial de productos agrícolas aumentará entre un 35% y un 50% entre 2012 2050 a resultado del crecimiento demográfico. Satisfacer esta demanda ejercerá todavía más presión sobre los recursos naturales del mundo y puede provocar importantes daños ambientales.”

En Argentina se estima que se pierden 14.5 millones de toneladas de alimentos durante las etapas de producción, procesamiento y distribución de la cadena de suministro. Y que se desperdician anualmente 1.5 millones de toneladas de alimentos a nivel de minoristas o consumidores.

Por otra parte, en el país la inseguridad alimentaria (personas que afrontan incertidumbres sobre su capacidad para obtener alimentos y se han visto obligadas a reducir la calidad o la cantidad de alimentos que consumen) de niños y niñas viene en franco crecimiento, junto al aumento de nivel de pobreza e indigencia. Son cara y contracara de una dura realidad a la que nos toca enfrentar.

Es por eso que reducir la pérdida y el desperdicio alimentario se torna una medida urgente y necesaria. Los bancos de alimentos recuperan y entregan millones de kilogramos al año, pero tiene que estar acompañada de una toma de conciencia por parte de todos los consumidores.

Vos también podés sumarte a #QueLaComidaNoSeTire

Desde adentro: nuestras organizaciones nos visitan

En Abril realizamos el primer encuentro entre miembros del staff de la Fundación Banco de Alimentos Córdoba y referentes de distintas organizaciones sociales. Durante la jornada tuvimos la posibilidad de compartir experiencias sobre la realidad de cada uno de los referentes que día a día llevan a cabo la enorme labor de alimentar a niños, adolescentes y adultos en situación de vulnerabilidad. Algunos de ellos llegan a atender hasta 150 niños, que asisten al merendero en búsqueda de su yogur o del plato caliente por las noches en el comedor.

En este espacio de diálogo e intercambio de aprendizajes se plantearon distintas líneas de mejora, con el objetivo de seguir creciendo y generando cada vez más valor para las organizaciones. Los referentes pudieron compartir sus historias de vida, lo que significa ser parte de la fundación y los momentos que tuvieron que atravesar -y continúan atravesando- para atender a una gran cantidad de niños, jóvenes y ancianos que en muchos casos no cuentan con otro medio para acceder a una alimentación diaria. Además pudimos conversar sobre otras temáticas como el consumo de frutas y verduras, y algunos consejos para asegurar la higiene y seguridad de los alimentos en la cocina.

Luego de compartir una merienda entre todos, los referentes de las organizaciones tuvieron la posibilidad de conocer nuestro depósito en donde la encargada del Área de Logística, Griselda Luna Olmos, les explicó cómo funciona el proceso de recepción, almacenamiento y entrega de las donaciones -recibidas gracias al compromiso de las empresas que colaboran con la Fundación-, y cómo cada día buscamos mejorar nuestro trabajo para su beneficio.

Este es el primer encuentro de una serie de encuentros, donde se busca vincular de manera más cercana a los referentes de las organizaciones beneficiarias con el equipo de trabajo de la Fundación Banco de Alimentos. Por medio de estas reuniones mensuales buscamos generar un espacio que permita conocer más a fondo la realidad de muchos de los ciudadanos de Córdoba desde su propia mirada, ciudadanos que ven su derecho a la alimentación vulnerado y que encuentran en la Fundación un espacio de contención y de aprendizaje mutuo.

 

Capacitación Alimentación Saludable.

El pasado 23 de Septiembre la Fundación Banco de Alimentos Córdoba, brindó una capacitación sobre ‘Alimentación saludable y nutrientes esenciales desde las primeras etapas de la vida’ a cargo de la Licenciada Natalia Basso, integrante del área de Nutrición y Educación Alimentaria del Ministerio de Agro-industria de la Nación.

Asistieron alrededor de 35 personas, provenientes de 15 organizaciones que son asistidas por la Fundación. Compartieron un grato momento y a su vez pudieron adquirir nuevos conocimientos junto a recetas para aplicar en sus respectivas organizaciones.

Al final de la capacitación, se les otorgó un certificado personalizado. Los participantes demostraron su conformidad y agradecimiento hacia la capacitadora y la Fundación Banco de Alimentos Córdoba.

Alimentación, derecho postergado

Según el Observatorio de la Deuda Social argentina, en el último trimestre de 2015 uno de cada cinco niños y adolescentes en el país tuvo que disminuir el consumo de alimentos en cantidad y calidad debido a problemas económicos en sus hogares.  De la misma manera, el 7,7% de la población menor de 17 años (casi 900.000 menores) experimentó situaciones de hambre en los últimos doce meses previos a ser consultados. El informe se basó en la situación que atraviesan niños y jóvenes de 20 ciudades de Argentina con más de 80 mil habitantes.

El derecho a la alimentación en cantidad y calidad se encuentra vulnerado en casi el 20% de la población infantil argentina. En Córdoba muchos niños deben satisfacer este derecho básico en organizaciones sociales, tales como comedores, apoyos escolares, hogares, centros comunitarios, iglesias y ONGs. A su vez, estas organizaciones que contienen a la población más vulnerable están sufriendo grandes necesidades. Aumenta la carencia y las entidades deben incorporar nuevos servicios y ampliar su asistencia.

En este marco, el Banco de Alimentos tiene un 50% más de solicitudes  de organizaciones sociales que necesitan su ayuda. A su vez, el  80 % de los comedores asistidos por esta Fundación confirman un aumento entre sus beneficiarios debido a la dura realidad que viven las familias. El 40% de las mismas aseguran que la ayuda que reciben –ya sea de empresas, organismos públicos u ONGs- en cambio, no se vio modificada y el 90% de las instituciones coinciden en que el aumento de la asistencia resulta insuficiente para la demanda que tienen. Adaptarse al contexto inflacionario resulta muy difícil y el 80% de ellas afirman que existen productos que se consumen sólo cuando se reciben en donación como la manteca y el aceite, si es que se consumen.

Colaborar hoy es más necesario que nunca.